El agente de transporte de la policía, Kim Yeong-goon, se cruza con un hombre sospechoso mientras controla el tráfico. Sus sospechas conducen a una persecución y a una investigación interna hasta llegar a una red aún más sospechosa.

Chi-kwang y Yeong-goon descubren que el hombre sospechoso secuestró a la hija del presidente Kim. Los dos deben localizarla antes de que sea demasiado tarde con la ayuda del hombre.

El niño es localizado, y las posibilidades de la policía corrupta, hacen que se abra una investigación. La primera tarea asignada a los equipos es el comercio de órganos.

El fiscal Lee detiene a todos los implicados golpeando al equipo de investigación de corrupción interna. La policía y la fiscalía acuerdan detener la investigación, pero el equipo de investigación de corrupción interna continúa su trabajo.

Kim Jae-myeong solicita la visita de su hijo Yeong-goon por primera vez en 15 años y le da un consejo para que le ayude con un ascenso. Le entrega un libro de contabilidad relevante para Oh Sang-gon, pero enfada a Yeong-goon.

Sang-do sufre una herida crítica y es llevado al hospital. Tae-joo observa un pulgar con una cicatriz como la suya frente a la habitación de Oh Sang-do en el hospital y va a comprobarlo. Yeong-goon busca a la esposa desaparecida de Sang-do.