Jon Seda

El brazo de Severide le falla durante un rescate, por lo que busca la ayuda de un representante farmacéutico que resulta ser su examante. Por otro lado, el futuro de la carrera de Dawson pende de un hilo tras su conducta durante una salida.

Casey descubre que los viejos hábitos nunca mueren cuando debe tratar con Voight.

Dawson recibe ayuda de una chica que ella salvó. El detective Voight está decidido a conseguir que Casey se retracte de su declaración.

Casey debe decidir si acusa al hijo de un policía que paralizó a un adolescente en un accidente mientras conducía ebrio. Severide descubre que tiene una vértebra fracturada. Mills está atrapado entre su madre y el trabajo.

Cuando el calor se disipa de la casa y la tienda de antigüedades de Melinda, esta comienza a recibir las extrañas visitas de los espíritus de un piloto de aviones y una azafata que se quejan del frío. Al inicio, Melinda no entiende los mensajes, pero luego descubre que intentan advertirle de un avión que perdió presión en la cabina y se estrellará en las afueras del pueblo. A pesar de los esfuerzos de Melinda de advertirles a los oficiales y demás, el avión se estrella en las afueras del pueblo y mata a cientos de pasajeros y Melinda se enfrenta al reto más grande que haya tenido hasta ahora.

Todo parece perdido en el destacamento 51, que está a punto de cerrar sus puertas, gracias, en gran medida, a Gail McLeod, pero el jefe Boden y el resto del destacamento se rehúsan a quedarse sentados sin hacer nada.