En los años 50, Chet Baker (Ethan Hawke) fue uno de los más famosos trompetistas del mundo, reconocido como un pionero del jazz de la costa oeste y un icono de lo cool. Para los años 60, su carrera y su vida personal estaban en ruinas a causa de sus años de adicción. En una creativa mezcla de realidad con ficción, impulsada por la magistral actuación de Hawke, Born to Be Blue: La historia de Chet Baker, se desarrolla en el momento clave en que Baker intenta un difícil regreso, motivado en gran medida por la flama de un nuevo romance (Carmen Ejogo).