Cuando Thomas Mackelway (Aaron Eckhart), un agente del FBI en Dallas, viola los derechos civiles del asesino en serie Raymond Starkey durante un arresto, liberan a Starkey y degradan a Mackelway a una oficina remota. En su primer día, Mackelway investiga un asesinato que termina siendo el primero de tres matanzas aparentemente al azar. O quizás no son para nada al azar; el último en morirse es el archienemigo de Mackelway, Raymond Starkey. Se obsesiona con la misión mientras el caso se hace más y más horripilante y personal, y lo nota su pareja imperturbable Fran Kulok (Carrie-Anne Moss). Ella también se ve involucrada en el laberinto de pistas espeluznantes, todo lo cual apunta al enigmático Benjamin O’Ryan (Ben Kingsley), que también podría poseer un vínculo siniestro a Mackelway.