Un retrato de la vida de los inmigrantes dominicanos de Nueva York durante las décadas del 80 y el 90, centrada en una familia cuyo hijo logra alcanzar un nivel de éxito inimaginable para luego tocar fondo y volver a levantarse. Considerado un héroe inmigrante y luego desechado como un fracaso del sueño americano, Felipe López acaba encontrando la felicidad no sólo como jugador de básquetbol, sino como el hombre que siempre debió ser.