Julie Ann Emery

Cuando los cuerpos de dos adolescentes mellizos secuestrados cinco años antes son descubiertos en Pensilvania, Booth y Brennan se encuentran tras la pista del Sepulturero, un notorio asesino en serie cuyo modus operandi es secuestrar, enterrar a sus víctimas vivas y hacer una única y exorbitante petición de rescate. Si el dinero no se paga en el período de tiempo especificado, no hay más comunicaciones y se deja morir a las víctimas. Durante la investigación, Brennan y su colega científico, el Dr. Hodgins, se convierten en las últimas víctimas del Sepulturero, obligados a intentar resolver su propio secuestro desde una tumba subterránea.

Los encuentros de Melinda con un espíritu alteran sus alrededores, y ella se halla en medio de una selva con plantas exóticas y figuras tribales. Por mala suerte, el espíritu sufre de una condición que le impide el habla y a Melinda se le hace difícil saber qué quiere. Una visita al profesor Payne lo acerca al espíritu, y este cuestiona los motivos del interés de Melinda.

Cuando vinculan un dron robado al terrorista escurridizo Parsa, el equipo del NCIS colabora con el Departamento de Defensa, entre ellos la exnovia de Gibbs, Hollis Mann, para rastrear el dispositivo antes de que se use para un ataque a gran escala.

El equipo de NCIS descubre una camioneta llena de fotos con cada movimiento del agente Pride después de que su hija Laurel es atacada en el campus y puesta bajo custodia.

La hija de Greene viene a vivir con él y con Corday. Carter y Abby se vuelven más íntimos. Chen debe demostrar sus habilidades cuando le salva la vida a un bebé. Weaver despide a Malucci.

La investigación de un tiroteo cuando se transportaba droga a una incineradora supondrá una gran tensión para los trabajadores del CSI, al sentirse sospechosos del crimen que están intentando solucionar. Asuntos Internos cree que alguien del equipo dio el chivatazo del transporte de la droga.