Ballard reabre el misterioso caso de un Juan Pérez, al tiempo que busca justicia para la hermana asesinada de un concejal. Mientras lidia con testigos reticentes, políticas departamentales y sus propios demonios, Ballard y su equipo desentierran secretos que apuntan a la corrupción dentro de la fuerza policial.

En 2006, se concluyó que la muerte de Nick Thatcher, miembro de una fraternidad, había sido accidental. Cuando un video en el que se acusa a la fraternidad del homicidio se vuelve viral, Ballard y su equipo se ven obligados a reabrir el caso.

La investigación de Ballard sobre el asesino serial da un giro que pone todo en riesgo. Con 72 horas para quedarse con el caso antes de que lo transfieran a Homicidios, el equipo trabaja a marchas forzadas para encontrar conexiones entre las víctimas.