Los amateurs

Después de presenciar un accidente automovilístico, Vincent, de treinta años, contesta un teléfono abandonado a un lado del camino. Oye un mensaje que no está destinado para él: “Si no llega a las 5 p. m., mataremos a su esposa”. Vincent, que no es muy valiente, preferiría olvidar el incidente. Tiene otras prioridades: recuperar a su novia y hacer que olvide los mensajes que le dejó mientras estaba borracho el día anterior. Sin embargo, su colega Alban, que reparte la correspondencia en el edificio, lo ve como una señal de un destino grandioso que deberán lograr juntos. Alban, fanático de las películas de acción, ya se imagina como el héroe del momento y lleva al desafortunado Vincent al hospital, para buscar a la víctima del accidente automovilístico y devolverle su teléfono.

Vincent intenta hacer un trato con el líder de la pandilla albanesa. Pero Alban, que no está al tanto de la situación, encuentra a la señora Hermann y la libera. Se produce una persecución en las inmediaciones del edificio del consejo departamental en Meurthe-et-Moselle. Logran escapar, y Manon puede al fin regresar con su esposo. Pero tan pronto como se produce el encuentro, estallan en una violenta discusión que termina con el señor Hermann muerto. Alban se ve obligado a dejar sus huellas en el arma homicida.

Vincent y Alban se dan cuenta de que están metidos en una situación más peligrosa de lo que habían creído inicialmente, al enterarse de que Manon Hermann es la hija de Claude Becker, el único inversor del proyecto del ecodistrito que lidera Louise como parte de su trabajo en la Agencia Departamental. Manon los chantajea y les exige que recuperen una cajita musical, muy valiosa para ella, de la casa de Marat Milankovitch, un oligarca que huyó de Rusia. Después de ser interceptados por el líder de la pandilla albanesa, Vincent y Alban se cuelan en una fiesta en la mansión de Milankovitch. Vincent lo mantiene ocupado mientras Alban registra la mansión intentando encontrar la cajita musical.

Vincent y Alban son el blanco de la DGSE, la agencia de inteligencia extranjera, que ha recreado las acciones de estos en las últimas 24 horas. Un doble agente, que eliminó a su colega, también espera culparlos del crimen que él cometió. Mientras tanto, Vincent y Alban se preparan para regresarle la cajita musical a Manon. Pero Alban la rompe, y los dos hombres descubren una conspiración relacionada al proyecto del ecodistrito. Vincent está preocupado por Louise, su ex, de la que aún está enamorado y quien se ha dedicado con devoción al proyecto. Debido a la intensa persecución de sus enemigos, no tienen tiempo de alertarla.

Vincent y Alban se las ingenian para evitar que los atrapen, por ahora. En la fiesta de inauguración del ecodistrito, Louise es atacada y secuestrada. Vincent y Alban confrontan a Claude Becker, el cerebro detrás de la conspiración, pero él les recuerda que tiene sus huellas digitales en la ensaladera que usó para matar al señor Hermann. Para empeorar aún más las cosas, alguien contacta a Vincent y le dice que Louise morirá si no devuelven el documento que tienen en su poder. Tras discutir con Alban, Vincent intenta rescatar a Louise por sus propios medios.