El Detective Sherlock Holmes, junto a su sobria compañera, la Dra. Joan Watson, emplea su asombrosa habilidad de leer a las personas y analizar crímenes para ayudar al Departamento de Policía de Nueva York en algunos de sus casos más complejos.

Sherlock Holmes utiliza sus poderes de deducción para asesorar en el caso de asesinato de un joven al que le dispararon al entrar a su apartamento.

Sherlock y Watson asesoran en un caso de secuestro infantil que involucra a un asesino en serie.

A pesar de despreciar a los banqueros, Holmes acepta investigar el caso de la muerte de un ejecutivo de Wall Street que parece haber muerto por una sobredosis de heroína.

Sherlock intenta determinar quien ha estado asesinando a pacientes terminales en un hospital, haciendoles parecer como muertes naturales.

Sherlock intenta demostrar que una de las personas cuyo cuerpo fue encontrado entre los restos del accidente de una avioneta, fue asesinada antes de que el aeroplano se estrellara.