La mafia uccide solo d'estate

Salvatore es un niño de 10 años. Un día se enamora perdidamente de una nueva compañera de clase, Alice. En Palermo se dice que se puede morir por el amor de una mujer, y Salvatore no tarda en convencerse de que, si le pide a Alice que salga con él, morirá; así que deja que su mejor amigo Fofò la invite a salir en su lugar. Mientras tanto, Lorenzo, el padre de Salvatore, es testigo de un asesinato de la mafia y no sabe qué hacer al respecto.

El periodista antimafia Mario Francese va a la escuela de Salvatore para explicar en qué consiste su trabajo. Gracias a él, Salvatore descubre el lado oscuro de Palermo, y cuando el periodista sugiere a los niños que intenten investigar cualquier tema que les guste, se decide por la escasez de agua en Palermo. El día antes de la entrega del proyecto, Mario Francese es asesinado. Mientras tanto, rechazan la solicitud de préstamo de Lorenzo y, por el momento, su sueño de comprar una casa se esfuma.

El tío Massimo tiene una idea para cambiar las cosas: quiere vender el terreno de Rocca Busambra, que pertenece a su padre, Tore. Toda la familia viaja a Ficuzza para intentar convencer al abuelo de que venda, pero este se niega a ceder. Sucede que esta tierra esconde un terrible secreto que afecta a su propio pasado y a toda Sicilia.

Salvatore lleva un diario secreto en el que anota todas sus preocupaciones y dudas, pero casi siempre escribe sobre Palermo y la mafia. Lorenzo y Pia se enteran y se preocupan, así que deciden llevarlo a ver a un psicoanalista. Además, Lorenzo tiene sus propias dudas: su jefe ha muerto y él es el siguiente en la lista de candidatos a su puesto, pero tiene miedo de aceptarlo porque sabe que su jefe solía ceder a las exigencias de la mafia, y teme que él tenga que hacer lo mismo. Mientras tanto, su hermana mayor, Angela, rompe con su novio, Rosario.

Tras su ruptura con Rosario, Angela cree haber encontrado por fin el amor de su vida. Se llama Alfonso Puccio y es el hijo de uno de los mayores vendedores de autos de Palermo. Su vida parece haber dado un giro, pero Lorenzo descubre que el padre de Alfonso no es un simple vendedor de vehículos, sino un agente de la mafia. Mientras tanto, Salvatore decide que es hora de declararle su amor a Alice, y Pia se entera de que su trabajo puede volverse permanente; su vida por fin está a punto de mejorar.