Aarón se encuentra en medio del campo con su padre, ambos se odian a muerte y se retan a un duelo. Don Abraham le pregunta a su hijo si no le teme a la bala que lo matará e insinúa que el duelo lo tiene ganado.

Aarón se burla de Corazón, ya que se la encuentra modelando una chalina dorada enfrente al espejo, Aarón le dice que no se ve nada mal y que le caería bien un baño.

Eloísa habla con Aarón y él le comenta que no iba a disparar en el duelo que tuvo con su padre pero, al ver a su mamá sufriendo a causa de su padre, le despierta el odio por su progenitor.

Llega el día en el que Corazón consigue bautizarse y Aarón se convierte en su padrino y su madrina le dice que le ponga de nombre Cristina.

Corazón le cuenta a su madre que se siente incompleta en su sentir y también le dice que quiere salir adelante, estudiar y ser alguien en la vida.