Saul se encuentra con un viejo amigo a comer gofres y descubre pruebas de las actividades encubiertas de Estes. Brody y el vicepresidente Walden tienen diferencias sobre el futuro de su relación política, mientras que Dana y Finn aceptan sus propias diferencias. Pero es Carrie, aparentemente en su mejor momento, quien resulta estar más desinformada que todos.
En un esfuerzo por aclarar sus prioridades, Brody hace una llamada telefónica antes de que las cosas se salgan de control. Saul se asocia con Virgil y Max para buscar información sobre uno de los suyos. Mientras la familia Brody disfruta de unas vacaciones con todos los gastos pagos, Carrie se prepara para el desayuno de trabajo más importante de su carrera.
Una investigación oficial lleva a Carrie de vuelta a Estados Unidos, en donde le cuesta conciliar su perspectiva ambivalente respecto a la maternidad. Quinn está fuera de control, mientras que un desprestigiado ex agente revela perturbadora información nueva.
Carrie se arriesga a formar una delicada alianza con su equivalente en Paquistán, en el hermético Interservicio de Inteligencia (ISI). Fara no logra enganchar a un informante clave, forzando a Carrie a intervenir. Aún consternado por los acontecimientos en Islamabad, Quinn se concentra en una pista potencial.
Tras el asedio de Haqqani en la embajada de Estados Unidos en Islamabad, el gobierno estadounidense rompe relaciones diplomáticas con Pakistán debido a la complicidad del ISI en el ataque. En consecuencia, todo el personal sobreviviente de la embajada regresará a Estados Unidos, y el futuro del embajador Boyd, Lockhart y Carrie es incierto.