Todavía sufriendo las consecuencias de su propio divorcio, Abby representa a Hannah, cuyo ex marido la dejó por un hombre, y ahora quiere usar el último embrión que crearon cuando estaban casados para formar una nueva familia sin ella.

Cuando un juez parcial falla en contra de la petición de Daniel para anular un matrimonio fraudulento, Abby usa a Cecil como carnada para atrapar al defraudador.

Abby representa a un activista medioambiental cuya devoción por la causa podría costarle la tenencia de sus hijos. Entretanto, un encuentro desacertado con un antiguo amor, Crystal Steele, pone a Harry en un problema con el Colegio de Abogados.

Abby se encuentra siendo abogada y terapeuta a la vez cuando ayuda a un actor paranoico y muy metido en el placar a evitar que su homosexualidad se haga pública cuando su amargada ex escribe una obra sobre él.

Abby se apresura a reparar el daño después de aconsejarle a un par de padres agotados que entreguen a su hijo autista al ministerio para que los ayuden y sus clientes son acusados de negligencia.

Cuando el juez Chip Crombie termina en el hospital debido a un paro cardíaco y se presentan sus dos esposas, Abby se deleita con la vergüenza de su enemigo al ser descubierta su bigamia, hasta que descubre que Jeanie, cliente de Abby y segunda esposa de Chip, quizás sabía que él ya estaba casado.