1970, el certamen de Miss Mundo, el programa de televisión más visto de la época, se celebra en Londres. En pleno directo, el recién creado Movimiento de Liberación de las Mujeres, liderado por Sally Alexander (Keira Knightley) interrumpe la retransmisión argumentando que el concurso no sólo degrada a las participantes, sino a todas las mujeres. Al reanudarse el programa, la elección de la ganadora provoca un gran revuelo: no es la favorita sueca, sino la candidata de la isla caribeña de Granada (Gugu Mbatha-Raw), la primera mujer negra en ser coronada Miss Mundo. Mientras Miss Granada ve el concurso como una oportunidad para dignificar a la mujer negra y darle el papel que le corresponde en la sociedad, el Movimiento lo ve como una forma más de fomentar el machismo y el sexismo en los medios. En cuestión de unas horas, una audiencia global fue consciente de que romper las normas, a veces, es necesario.