Chip y Chop: vida en el parque

Consumido por el deseo de llenarse el estómago, Chop le roba unas bellotas a Pluto y a unos cuantos cachorrillos muy hambrientos. Cuando empieza a sentirse culpable, aún le cuesta más devolver las bellotas sin que Pluto se entere de que fue él quien se las robó. / Cuando Chip y Chop encuentran una manada de bebés en un cercado, Chip presume de sus habilidades amaestrándolos. Está muy ufano hasta que conoce a un bebé demasiado salvaje que se resiste a sus mangoneos. / ¡Chip y Chop son amiguitos del alma! Por tanto, cuando se les enredan las colas sin querer y quedan irremisiblemente unidos entre sí, no debería haber problemas... ¿verdad? ¿O sí?

Cuando Clarice ve que a Chip y a Chop les cuesta mucho abrir sus frutos secos, les revela la ubicación secreta de una taquilla de reparto. Chop disfruta de todas las delicias que les ofrece la taquilla, pero Chip no se muestra especialmente ilusionado hasta que la poderosa taquilla le concede su deseo más profundo: un cascanueces. / Tras un desafortunado malentendido, todos los animales del parque, Chop incluido, creen que Chip atacó al bello y majestuoso pavo real. Cada intento por limpiar su reputación no hará sino empeorar las cosas. / Chip se obsesiona por llegar hasta la última y misteriosa bellota situada en la rama más alta, fina y peligrosa del árbol. ¿Podrá Chop mantener a su amigo a salvo de los cantos de sirena de esta bellota o ya es demasiado tarde?

Chip y Chop se aventuran por el interior de un arbusto para recuperar una mora de sus amigos conejos, pero, una vez dentro, parecen incapaces de encontrar la salida. ¡Están totalmente perdidos! Chip toma rápidamente la iniciativa para sobrevivir. / Chip utiliza a Chop como piloto de pruebas para sus ingenios voladores. El entusiasmo de Chop se desvanece tras muchos intentos fallidos y huesos rotos. Tanto es así que, cuando uno de los inventos finalmente funciona, Chop no quiere compartir. / Chip planifica demasiado y, por su culpa, a Chop se le cae la mayor bellota nunca vista en las profundidades abisales del lago. Chop intenta por todos los medios que el exceso de planificación de Chip no vuelva a ser un estorbo durante su inmersión para recuperar la bellota.

Para conseguir que Chop lo ayude en casa, Chip acaba ofreciéndole bellotas a cambio de que haga tareas. Cuando Chip se queda sin bellotas, hace un trato con una peligrosa familia de ardillas. / Chip y Chop parten en busca del destino vacacional perfecto. El afán perfeccionista de Chip lo deja varado en una isla en medio del parque. / Chip se esfuerza por mantener la justicia en el parque hasta que se encuentra con un megáfono que asegura que escucharán su voz. ¿Podrá mantener su autoridad recién adquirida sin él?

Cuando a Pluto se le queda la cabeza atascada en la casa de las ardillas, Chop lo recibe con los brazos abiertos. A Chip le disgusta la nueva amistad de Chop y se muda a otra casa, donde encontrará a otro compañero inverosímil. / Con la intención de que Chip lo mime, Chop finge que no puede sacar la cabeza de un cono de tráfico. Chip se toma con excesivo entusiasmo la tarea de cuidar de Chop en un momento tan aciago. / Chip tiene una lista muy larga de tareas por hacer, pero lo único que necesita Chop es un abrazo. Inspirado al observar en el parque a dos amigos peculiares, Chop se dispone a ganarse el cariño de Chip, pero solo empeorará las cosas.

Cuando Chip y Chop roban una avellana custodiada por Pluto, deben protegerla a toda costa. Se refugian en un castillo hinchable y Pluto asedia la fortaleza neumática. Mientras Chip se concentra en defender el castillo, la obsesión de Chop con la avellana le pasa factura y empieza a cuestionar la lealtad de Chip. / Cuando Chip y Chop adoptan un huevo perdido, descubren que sus diferentes estilos de paternidad son motivo de disputa. Pero, cuando la cáscara se rompe y sale el bebé, Chop no lo ve muy claro. / Chip está frustrado por su ausencia de musculatura hasta que encuentra el cuerpo de un luchador de juguete que le da más fuerza de la que cualquier ardilla podría soñar. Sin embargo, la fuerza bruta no es la solución para todo.