Doc Martin causa una mala impresión a un residente de Port Wenn, aún antes de ser contratado oficialmente. Las cosas van de mal en peor a partir de ahí cuando menosprecia un festival local y recibe un puñetazo en la nariz.

Martin despide a su recepcionista e informa a los lugareños que ya no pueden utilizar su sala de espera como centro social. En represalia, los vecinos lo evitan, rehúsan atenderlo en el bar, y los pacientes cancelan sus citas.

Un parásito estomacal azota Port Wenn. Martin causa un gran revuelo diciendo que es culpa de la piscina, y luego enfurece a los lugareños culpando al suministro de agua de la aldea. Mientras tanto, el fontanero Bert Large se hace de oro con su nuevo negocio: el agua embotellada.

El baile anual de Port Wenn es el acontecimiento social más importante de la aldea. Louisa invita a Martin, pero el doctor la rechaza. Martin también visita a un guardabosque que cree vivir con una ardilla de dos metros.

Un viejo amor de la tía Joan llega a Portwenn y reaviva su romance. La confidencialidad médico paciente impide a Martin advertir a Joan sobre sus problemas de salud. Además, el doctor tiene sus propias preocupaciones amorosas: una adolescente local está enamorada de él.

Cuando todos se enteran del miedo de Martin a ver sangre, las bromas no tardan en llegar. Al inicio de la temporada turística, Martin sobresalta a una señora bien dotada al ofrecerse a examinar sus pechos. Finalmente, una emergencia obliga a Martin a enfrentarse a su fobia.