El equilibrio precario de la vida de Julio se ve afectado por la llegada de un pendiente dorado en forma de ostra... que pierde enseguida.

Mientras evita una debacle en casa, Julio cada vez está más convencido de que la ostra es la única forma de demostrar que su “lunar” ha crecido.

Después de negarse a grabar un anuncio de tarjetas de crédito, Julio acepta a regañadientes una nueva oportunidad en la franquicia de superhéroes.

Julio encuentra la forma de evitar la confirmación de su existencia, Vanesia reflexiona sobre el sentido de la vida y Bibo persigue su nueva pasión.

Mientras Julio firma un acuerdo empresarial, un pez de colores y su ayudante le ofrecen sus servicios para encontrar la ostra.