La otra

Bernarda Sainz, es una atractiva mujer que vive con sus dos hijas, Eugenia y Carlota en Querétaro. El padre de las niñas es Leopoldo Guillén, un empresario mayor que Bernarda, quien está casado con Marta y con la que tiene un hijo llamado Román. Cuando Leopoldo Guillén muere, Bernarda decide acudir al funeral junto a sus dos hijas. Allí le contará a Marta que es la amante de su marido. El fuerte impacto de la noticia de la segunda familia de su marido y la lectura de la herencia (donde queda repartido todos los bienes a partes iguales entre sus tres hijos) hace que Marta sufra una embolia y quede gravemente enferma. Román querrá vengarse de Bernarda y sus hijas, por lo que decide que enamorará a Eugenia para después humillarla. Esto supondrá un antes y un después para la muchacha. Bernarda es una mujer avariciosa e intentará por todos los medios que sus hijas no se casen ni conozcan a ningún hombre, pues supondría tener que entregarles la herencia de su difunto padre. La propia Bernarda se convertirá en la peor enemiga de sus hijas, llevándolas a inseguridades, depresiones y dejándolas sin autoestima. Eugenia sufrirá el peor de los desenlaces, mientras Carlota intentará luchar por el amor de su vida, Álvaro. Aunque el destino tampoco se lo pondrá nada fácil.