La verdad de Laura

Los Luarca desayunan juntos: Francisco, su mujer Teresa, su hermana Carmen y también su hijastro Álvaro y su nuera Beatriz. Comentan que Carmen esta pálida, quizá no duerma bien en la habitación de invitados e incluso hacen un comentario para que Álvaro y Beatriz se animen a tener un niño.

El jardín esta desierto y nadie oye los gruñidos del doberman, que sin piedad ha atacado a Carmen. Javier ve lo sucedido y corre hacia la caseta, coge un rastrillo y amenaza al perro, que sale huyendo. Javier pide ayuda, Álvaro llega pero ya es inútil.

Javier baja la ventanilla del coche y llama al mecanico, cuando se da la vuelta se da cuenta de que es la guapa motera del otro dia. Álvaro le comenta a su esposa que ha quedado vacante el puesto de la clinica en la que trabaja y que el es el primer candidato.

Javier empieza a leer el diario de su tía y emocionado pasa a las ultimas páginas. Elvira lo llama para comer y este deja el diario encima de la mesa. Ángel le dice a Laura que le tiene que compensar por haberle acusado de chivato con una cena los dos solos.

Teresa le pide a Manrique, el dueño de la clínica donde trabaja su hijo Álvaro, que no le de el puesto de director. Manrique se queda sorprendido por las palabras de Teresa y esta le dice que lo que sucede es que Francisco, su marido esta gravemente enfermo y que necesita a su hijo al lado.

La cara de Eva es todo un poema, no puede creer que Javier Luarca hable de la rendición de Laura, y prefiere que su amiga no acuda al bar tal y como habían quedado. Beatriz confiesa a Miguel, el cura, que no le ha contado nada de su pasado a Álvaro y prefiere no hacerlo.