Isabelle es una abogada de 39 años. Desde su divorcio, tiene que ocuparse ella sola de su hija Bárbara, de 14 años. Entre una mujer que aspira, desde su divorcio, a una segunda juventud y a ser guay a los ojos de su hija, y una hija en pleno pavo de adolescente que tiene que desarrollarse en una familia rota, ¡la más adulta de las dos no es necesariamente la que uno cree!