Riley y el mundo

Riley y su mejor amiga Maya se escapan de casa por la ventana del dormitorio para ir en metro, pero los padres de Riley las detienen. Luego hablan con ellas y les dicen que ahora ya son mayores para salir al mundo, por eso les dan permiso para ir en metro. En el metro conocen a Lucas y Riley se enamora de él. En el instituto, Cory, el padre de Riley y también profesor de historia, les asigna un trabajo: escribir sobre algo por lo que estuvieran dispuestos a luchar. En un principio, Riley y Maya eligen "no hacer el trabajo", pero luego Riley decide luchar por la amistad.

Cory no consigue que sus alumnos interactúen, por eso les requisa todos los móviles y les pide que investiguen si la tecnología ha mejorado la humanidad o no. Maya está feliz pues no tiene móvil. En la biblioteca, Riley y Lucas se ponen a charlar y descubren que tienen cosas en común. Con tan solo lápiz y papel, Maya demuestra su vena artística. Al final Cory les devuelve los móviles, pero descubre, que sin móvil, Riley sí que está entablando una relación con Lucas.

Riley se pone celosa cuando otra chica, Missy Bradford, empieza a tontear con Lucas. Riley pedirá ayuda a Maya y Farkle para intentar aparentar más adulta y poder hacerle sombra a Missy. Después de tontear sin éxito, Riley se da cuenta de que debería aprender a disfrutar de su edad y no hacerse mayor antes de tiempo. Mientras, Auggie también quiere hacerse el mayor para impresionar a una chica de la escuela, Ava. Riley le aconseja a Auggie que disfrute de su edad y que no tenga tantas ganas por hacerse mayor.

Cory está triste porque Riley rompe la tradición familiar y prefiere ir al baile del instituto en vez de montarse con él en la montaña rusa Ciclón de Coney Island, como hacían desde que era pequeña. Maya saca mala nota en un examen y quiere dejar el colegio, argumentando que los técnicas didácticas de Cory no funcionan con ella. Cory le cuenta a Topanga los problemas que tiene con las dos chicas y esta lo tranquiliza diciéndole que sus intenciones son buenas. Al final, Cory vigila el baile y en la última canción se marca un baile padre-hija con Riley y Maya.

Riley miente a Farkle sobre su actuación en la obra escolar y le dice que lo ha hecho bien. Maya le aconseja que debe aprender a decir la verdad, aunque eso pueda herir los sentimientos de los demás. Poco después de eso, Maya empieza a llevar un medallón de oro. Como se niega a contarle a Riley de dónde lo ha sacado, Riley piensa que lo ha robado y eso le sienta mal a Maya. Mientras tanto, Topanga se enfrenta a Cory después de que este haya criticado su cocina. Finalmente, Maya admite que sacó el medallón de objetos perdidos y se lo devuelve a su dueña.

A Riley la invitan a una fiesta, pero a Maya no. Riley acude a la fiesta y descubre que está llena de los chicos menos populares. La fiesta la organiza Farkle, quien afirma que sus amigos y él pensaban que ella era una de los suyos. Riley empieza a hacer cosas raras para volverse popular, pero Maya le aconseja que sea ella misma. Mientras tanto, la señora Svorski le confiesa a Topanga que pronto deberá cerrar el negocio, pues no le va muy bien. El colega abogado de Topanga desahucia a la señora Svorski, pero Topanga reúne el dinero y le acaba comprando la panadería.