Hotel dulce hotel: Las aventuras de Zack y Cody

Zack y Cody tienen problemas para encajar en la nueva escuela... hasta que el resto de alumnos descubren que viven en un hotel, ¡entonces se hacen muy populares! Mientras tanto, Moseby ha descubierto otra cosa: que Maddie es profesora. Por eso la contrata para que enseñe a London, a la que están a punto de castigar por culpa de sus bajas notas. London descubre que Maddie quiere llamar la atención de un socorrista muy guapo que trabaja en el hotel, por eso decide enseñarle unos cuantos trucos para ligar...

Hay un concurso de belleza para niñas en el hotel y los dos gemelos están muy emocionados. Cody se enamora de Rebecca, una de las participantes, y al intentar hablar con ella, acaba en los camerinos, donde intenta ocultarse usando un disfraz. Para sorpresa de Zack, Cody acaba subiendo al escenario, desfila con un vestido y consigue entusiasmar al público y ganar el concurso, ¿pero podrá seguir con la mentira cuando Rebecca lo invite a su fiesta de pijamas?

Maddie se mete en un lío cuando finge ser una chica rica para ayudar a London a que le den permiso para llevar a dos huéspedes muy guapos del hotel a un concierto de Usher. Jason, cuyo padre es un magnate de las finanzas, se ha enamorado de Maddie y cree que también es rica como él. Maddie cree que solo tendrá que seguir con la mentira una noche, pero la cosa se complica cuando Jason decide quedarse en el hotel y presentarle a sus padres.

La inspectora del hotel Tipton se presenta y Moseby teme que con Zack y Cody viviendo allí, algo acabe surgiendo mal. Por eso los soborna para que se vayan del hotel con entradas para ver un partido de béisbol de los Red Sox. Sin embargo, Zack decide llevarse a sus mascotas, dos ratas, con ellos. Por desgracia para Moseby, el vuelo de la inspectora se retrasa y se presenta justo cuando Zack y Cody llegan del partido. Las ratas se escapan y todos entran en pánico, por lo que el señor Moseby pierde su trabajo.

Una pareja famosa se casa en el hotel y Zack y Cody están entusiasmados, aunque Maddie no entiende a qué viene tanto alboroto. Los gemelos, que le deben mucho dinero a su madre, ven la oportunidad perfecta para devolvérselo: se espera que la exclusiva del primer beso de los recién casados alcance los 20.000 dólares. Solo hay un pequeño problema... Zack y Cody acaban castigados ese día.

Carey ha empezado a salir con Serge, el conserje, su admirador secreto que ha estado enviándole flores y escribiéndole poemas. Los chicos prefieren a Arwin porque es más divertido y sabe construir robots. Por eso intentan convertirlo en un donjuán para que se ligue a su madre antes de que se cuele demasiado por Serge. Mientras tanto, se supone que London debe acudir a un baile con su padre, pero deja claro que lo que a ella le apetece hacer es irse a la playa.