Febrero de 1965: una bomba orbital soviética amenaza el equilibrio geopolítico del mundo. El servicio secreto francés contrata a Francis Mareuil, ingeniero aeroespacial, para que reclute a Boris Golubev, el científico cuya investigación hizo posible la creación de la bomba. En Moscú, la KGB mantiene a Boris vigilado, ya que obliga a su hija Lyudmila a espiarle.

En Berlín Este, Francis descubre que Boris está sometido a vigilancia constante por parte de la Stasi, la agencia de inteligencia de Alemania Oriental. Se hace amigo de Lyudmila, convencido de que ella puede ayudarle a acercarse de su padre, ya que desconoce que ella colabora con la KGB.

Boris Golubev dirige el lanzamiento de una sonda espacial que acaba siendo un fiasco: la sonda aterriza en el desierto argelino. Cuando contradice al ejército soviético sobre cómo gestionar la crisis, le ponen bajo arresto domiciliario. Entretanto, Francis intenta encontrar la manera de salvar a Lyudmila trayéndola al oeste, aunque eso implique arriesgarlo todo.

Lyudmila llega a Checoslovaquia con su padre herido y en peligro: la KGB la está buscando. Francis intenta entender qué encontró Boris en la sonda y va alejándose cada vez más de su familia.

Lyudmila está sola y atrapada en Checoslovaquia. Francis se reconcilia con su mujer y participa en una misión conjunta del SDECE y la CIA con un objetivo común: ponerse en contacto con Boris.

Mientras investiga a Charles Contignet, Anne descubre algo inquietante. Decide contárselo a su marido. Perseguida por la KGB, Lyudmila se esconde con una familia checa. Solo tiene una salida: contactar con Francis y pedirle que vaya a salvarla.