Recientemente divorciado y despedido de su trabajo, Elliot Baker (Jake Kinnaman), se encuentra desesperado por pasar más tiempo con sus hijos, Bradley (Tom Holland) y Caleb (Percy Hynes White). Lo que empieza como un viaje en familia para enseñarle a sus hijos como disparar se convertirá en una pesadilla cuando queden varados. Retrayéndose en una cabaña deshabitada, el miedo de Elliot por no saber como lidiar con la situación lo llevará al límite. Los hermanos pronto se darán cuenta de que el hombre responsable de su cuidado se ha convertido en su más grande amenaza.