Luego de que una lesión cerebral borra los últimos ocho años de su vida, la doctora Amy Larsen debe desenvolverse en un mundo desconocido donde no recuerda a los pacientes que trató, a los colegas que conoció, a la pareja de la que se divorció, al hombre que ama o la tragedia que la llevó a rehuir de todos. Sólo puede confiar en su irreconocible hija de 17 años, a quien recuerda como una niña de 9 años, y a un puñado de amigos fieles, mientras se esfuerza por continuar ejerciendo la medicina, a pesar de haber perdido casi una década de conocimientos y experiencia. Algunas secuencias o patrones de luces intermitentes pueden afectar a espectadores fotosensibles.