Joel, un chico trans de 16 años, acude a un nuevo instituto para cursar el bachillerato escénico junto a sus dos mejores amigos, Laia y Ricky. Tras unos meses transitando, Joel puede presentarse por primera vez a sus compañeros como un chico, ya que por fin tiene el "passing" que tanto ansiaba. En cuanto entra en el aula de teatro, se siente atraído hacia Ona, una chica reservada y con aspecto de intelectual. Joel, que desde niño sueña con convertirse en un gran actor, se queda absolutamente fascinado por la primera lección de Carmen, su carismática profesora de teatro. Sin embargo, la magia se desvanece en un segundo cuando les pide que para el próximo día preparen un monólogo en el que se sinceren por completo ante toda la clase. Joel se queda bloqueado. Quiere cumplir con el encargo de su profesora, pero le cuesta renunciar a la sensación recién estrenada de que los demás lo vean como un chico más.

Carmen propone a sus alumnos interpretar una escena de amor y Joel no duda ni un segundo en pedirle a Ona si quiere formar pareja con él. Ona acepta y comienzan a ensayar juntos, mientras Laia se empareja con Víctor, el chico más guapo de la clase, al que tiene fichado desde el primer día. Ricky se queda colgado y no le queda otro remedio que aceptar la invitación de Gaby, el otro chico abiertamente gay del grupo. Durante los ensayos en el instituto y en casa de Joel, Ona se muestra muy insegura a la hora de interpretar el texto, pero él comparte con ella sus trucos para meterse dentro de un papel y ella acaba sintiéndose cómoda. La química entre ellos va más allá del guión que están interpretando. Están a punto de darse su primer beso, cuando Joel recula bruscamente, porque Ona, como el resto de la clase, aún no sabe que es un chico trans.

Joel se da cuenta de que Ricky se siente abandonado desde que él solo tiene ojos para Ona, así que propone un plan a tres con Laia para recuperar la unidad del trío de amigos. Todo se complica cuando Ona llama a Joel y le propone quedar. Joel, incapaz de perder esa oportunidad, la invita a que se apunte al plan con sus amigos. Cuando Ricky ve que Joel trae a Ona, se pilla un cabreo importante. Laia apacigua los ánimos y se van los cuatro de botellón al parque de Montjuc. En un aparte, Laia anima a Ona para que sea ella quien le entre a Joel, porque "él es un parado y nunca ha salido con una chica". La fiesta se anima cuando aparecen Víctor y Álex, invitados por Laia. Ricky se rebota aún más al ver ligando a sus dos amigos. Se queda solo con Álex, al que Víctor también ha dejado colgado. Pronto se le pasa el enfado, al descubrir que tiene muchas más cosas en común con él de las que pensaba.

Joel se siente fatal desde que ha empezado a salir con Ona. Por culpa de un malentendido, ella aún no sabe que es un chico trans. Está cada vez más pillado de ella y también tiene cada vez más miedo de perderla. Intenta sincerarse en varias ocasiones, pero le cuesta encontrar el momento adecuado. La abuela de Joel anuncia por teléfono su visita inminente a Barcelona. Es una mujer muy tradicional y religiosa y Ana aún no se ha atrevido a confesarle que su hijo está transitando. Madre e hijo se ponen muy tensos ante el encuentro y pactan un plan para intentar que la abuela no se dé cuenta de la transición de Joel. A Laia le cuesta aceptar que se ha pillado de Víctor, mientras comienza a surgir la atracción entre Ricky y Álex.

Ya han comenzado los ensayos de la obra que representarán a final del primer trimestre del curso. Carmen ha repartido los papeles en función de todas las movidas personales que ha ido detectando entre sus alumnos. Joel y Ona interpretan a la pareja protagonista. Ona está pletórica ante la idea de pasar tanto tiempo juntos ensayando. Su relación ha ido dando pequeños pasos hacia delante, sin que Joel se haya atrevido aún a decirle que es un chico trans. Su sentimiento de culpa resulta ya insoportable, así que tiene que enfrentarse por fin al momento de la verdad con ella. A Laia no le hace ninguna gracia que su personaje acabe emparejado con el que interpreta Víctor. Se muere de celos del nuevo ligue que se ha echado, aunque se niega a reconocerlo. Ricky se lleva una gran decepción con Álex, justo cuando su relación estaba a punto de despegar.

Joel está destrozado tras la ruptura con Ona, que no quiere seguir con él, no porque sea un chico trans, sino por no haber sido sincero con ella antes. El dolor que ambos sienten hace que les resulte imposible seguir interpretando sus papeles de enamorados sobre el escenario. Laia boicotea su escena de amor con Víctor y Ricky y Álex se mantienen totalmente distanciados. A unas semanas del estreno, Carmen se da cuenta del bloqueo emocional de Joel y Ona y toma cartas en el asunto. Habla a solas con Joel y le exige que se olvide de todo lo que hay fuera del escenario. Son actores y se deben a la obra que están preparando. Joel se da cuenta de que tiene que hacer algo para enmendar el daño que le ha hecho a Ona.