La niña favorita de Roma lo pierde todo en la Guerra Civil cuando tanto su padre como su esposo quedan del lado de los vencidos y ella es condenada al exilio.

Cuando repentinamente declaran una amnistía, una Livia embarazada regresa a Roma y se empeña en recuperar la fortuna de su familia y en seducir a Cayo para salvar a su amiga.

Livia tiene que ayudar a Cayo a mantener su poder sobre el Senado, a pesar de su misión secreta para restaurar la República, además de controlar una despiadada enemistad familiar entre su hijo Tiberio y el hijo de Octavia, Marcelo.

El casamiento de Livia con Cayo se ve comprometido cuando ella se entera de que no podrá darle un hijo. Rodeada por sus enemigos, Livia decide avivar la antipatía entre Marcelo y Agripa para inclinar la balanza del poder en su favor.

La repentina enfermedad de Cayo provoca una crisis política y revela la verdadera fragilidad de la posición de Livia sin él. Depende de Livia resolver la situación y mantener a Cayo a salvo.

Livia no tiene más opción que eliminar a Marcelo, quien planea matar a sus hijos y exiliarla a ella y Antígona cuando él asuma la posición de Cayo, por eso debe continuar con su plan.