Sanna vuelve a casa al finalizar sus estudios forestales para encargarse de la explotación de su padre. Allí se enamora de Marcus, pero un conflicto familiar hace que el padre de Sanna, Bengt, se oponga a la relación. Tanja, directora de Missing People conoce a una joven cuyo padre lleva desaparecido dos años, ve la ocasión de lograr méritos y jura encontrar al desaparecido, llamado Bengt.

Bengt empieza a ceder a las ideas de Sanna para modernizar la explotación, pero es claro: debe dejar a Marcus. Ella descubre que está embarazada y elige a su novio. Bengt enfurece y Sanna tiene que irse a la granja de Marcus, allí ambos se dan cuenta de que hay una persona que se interpone en su camino: Bengt. Tanja pone en marcha la búsqueda y sus sospechas pronto se dirigen a Sanna y Marcus.

Sanna y Marcus hacen lo posible por ocultar la desaparición de Bengt. La hermana de Sanna avisa a la policía y registran la granja sin resultado. Pasa el tiempo, pero mientras Bengt sigue desaparecido, sus bienes están congelados ya que se necesita un cadáver para acceder a la herencia. Tanja se da por vencida en su búsqueda de Bengt hasta que recibe una misteriosa pista.

Sanna y Marcus están ahogados financieramente, ya que la desaparición de Bengt no les permitió acceder al dinero. Tanja se acerca a ellos, convencida de que son la causa de la desaparición de Bengt. La presión pone a prueba la relación entre Sanna y Marcus. Tanja se acerca a Marcus y obtiene su confianza, creando un vínculo entre ellos, que desencadena la ruptura de Marcus y Sanna.

Sanna intenta reconciliarse con su hermana, pero las cosas nunca volverán a ser como antes. Entre ellas se interpone la desaparición de Bengt, y Sanna se niega a admitir su culpa. Un Marcus furioso y manchado de sangre aparece en la puerta de Tanja. Pero en lugar de esconderse o pedirle que se marche, Tanja invita a Marcus, convencida de que puede sonsacarle la verdad cueste lo que cueste.