Tras declararse abiertamente transexual, a Sü, antes conocida como Erwin, la despiden y, además, debe irse de su piso. Sü tiene que empezar su vida desde cero y llama a su ex, Chris, en busca de ayuda. Este decide acogerla en su casa.

Sü intenta conseguir un préstamo, pero en vez de dinero consigue una cita con Russell, el guapo gerente del banco. Zoey sigue a Chris para averiguar qué está tramando con Antonia. Por otro lado, Chris empieza a estar harto de los comentarios transfóbicos de Antonia.

A Zoey le hacen bullying en el instituto y recurre a Chris en busca de ayuda. Mientras tanto, Sü está ganando un poco de dinero extra como dominatrix por SMS, pero cuando se entere de quién es su principal cliente, cambiarán las cosas.

Para animar a Zoey, Sü la convence para que se una a un equipo de Doomball, un deporte duro y exclusivamente femenino. Durante el primer gran partido, Antonia y Chris intentan hacerse con el dedo de una de las jugadoras como parte de su misión para matar al jefe de una compañía petrolera.

Sü organiza una cita doble con Chris y la misteriosa Isabelle del partido de Doomball de la semana pasada. Todo marcha sobre ruedas hasta que el camarero trae la cuenta...

Sü y Phil deben enfrentarse a una evaluación médica para conseguir una cirugía, pero su asesor es un hueso duro de roer y Russell no apoya en absoluto el deseo de Sü de cambiar de sexo. Mientras tanto, Antonia y Zoey se enfrentan a una crisis personal.