Sasha se muda a otra ciudad y empieza en el nuevo instituto. Con su personalidad misteriosa y carismática, deja huella allá donde va. Hacer nuevos amigos, coquetear con chicos y discutir con sus padres son parte de su vida cotidiana, como de la de cualquier adolescente. Pero hasta hace dos semanas, la gente conocía a Sasha como un chico. Como persona intersexual, ha decidido adoptar su lado femenino, pero siente la necesidad de ocultar sus diferencias a los demás.