
Una noche, mientras trabaja como limpiadora en una comisaría, Morgane no puede resistirse a «ordenar» los elementos de un tablón de investigación. Cuando los policías regresan al día siguiente, se dan cuenta de que ella les ha acercado a encontrar al sospechoso. Resulta que Morgane tiene una alta capacidad intelectual. Pero su coeficiente intelectual de 160 nunca ha ayudado a Morgane en su vida cotidiana. Tras poner a prueba su método, la policía decide incorporarla al equipo para que les ayude a rastrear y atrapar a criminales altamente inteligentes. A pesar del dúo disparejo que forma con el capitán de la brigada, su primer esfuerzo conjunto es un éxito. Morgane llega a un acuerdo con la policía: acepta trabajar para ellos, pero a cambio ellos tienen que trabajar para ella, reabriendo una investigación sobre personas desaparecidas en relación con su primer amor verdadero, que desapareció hace quince años, cuando ella estaba embarazada de su hija.