Pesadillas

A Isaiah le va muy bien. Es un quarterback estrella y uno de los chicos más queridos del instituto, y está a punto de conseguir una beca para la universidad gracias a su talento para el fútbol americano. Sin embargo, cuando organiza con sus amigos una fiesta de Halloween en la casa Biddle, se encuentra una vieja cámara en el sótano y su vida se empieza a desmoronar en cuanto la usa.

Isabella se siente invisible. No tiene muchos amigos en el instituto y se pasa la mayor parte del día troleando a sus compañeros de clase en las redes con un nombre falso. En la fiesta de Halloween, Isabella encuentra una máscara en el sótano de la casa. Cuando se la pone, le da una seguridad enorme, pero la cosa se tuerce cuando la máscara empieza a controlarla.

James quiere caerle bien a la gente a toda costa. En la fiesta de Halloween, acaba atrapado en un bucle temporal que le obliga a revivir la fiesta una y otra vez. Al final, consigue liberarse y quedar con el chico que le gusta. El cuento de hadas pronto se convierte en una pesadilla.

Lucas aspira a ser tan intrépido como su padre, pero sus temeridades ponen nerviosos a los suyos, porque suelen acabar con huesos rotos y propiedades ajenas estropeadas. En a fiesta de Halloween de la casa Biddle, se encuentra unos gusanos y se los lleva. Pronto descubre que no son unos gusanos cualquiera.

El señor Bratt le da a Margot un viejo cuaderno de recuerdos que estaba en el sótano de la casa Biddle. Cuando le echa un vistazo, hace un viaje inesperado a 1993, cuando su madre era alumna del Instituto Port Lawrence. A medida que se adentra en el ibro, se va enterando de cosas con consecuencias terroríficas.

El señor Bratt les cuenta a los adolescentes la historia de Harold Biddle y la de la casa. La historia, que abarca varias décadas, acerca a los chicos a la verdad sobre la maldición que se cierne sobre Port Lawrence y sobre quién tiene la culpa.